El día 17 de diciembre de 2020, formando parte de la programación del Másterñam 2020-2021, Inés Butrón impartió la asignatura "La cocina y el lenguaje escrito: literatura y periodismo gastronómico".
Como parte de la evaluación de la asignatura teníamos que realizar un comentario de la frase "La gastronomía es una metáfora de la vida" a partir de unos de los textos ofrecidos en el documento ofrecido como apoyo bibliográfico.
Para mi comentario elegí el texto de Quevedo expuesto al principio de esta publicación.
"Me es difícil imaginar el día a día de la vida de la corte española durante el siglo de oro. En ella, en ciertos períodos de su vida, Francisco de Quevedo desarrolló sus actividades laborales. Este poema “gastronómico” podría ser una metáfora de la forma de ganarse la vida mediante sus actividades cortesanas. En este texto, el hambre podría referirse, además de a las necesidades vitales del hombre, a la ambición de los integrantes de la corte para conseguir una alta posición social y económica. El comer, además de la ingestión de alimentos, sería ese trabajo desarrollado para conseguir cubrir las necesidades que conlleva el nivel social que le corresponde a su posición. Así, hace un juicio de valor positivo al hecho de trabajar lo necesario para vivir, como aceptación de la posición social que se tiene. De otra parte, el juicio es negativo cuando aprovechando la oportunidad e impulsado por una codicia y ambición desmedidas, se va más allá y se pone en peligro la vida del individuo. No creo que en esa época se pudiera deber a los efectos deletéreos del estrés, sino a posibles amenazas contra su vida provenientes de otras personas que pudieran verse perjudicadas por las intrigas de dicho individuo. Como en el término medio está la virtud, el autor indica que el mejor remedio para evitar dichas situaciones es la moderación.
A pesar de reconocer lo malo de la codicia y de la ambición desmedida que muestran las personas que tiene a su alrededor, y que está harto de ello, no es capaz de alejarse y justifica, aludiendo a su naturaleza animal, su aceptación para trabajar para alguna de ellas, sólo por necesidad. Por ello, asume que a partir de ese momento, le asignen una etiqueta que marque la falta de independencia de sus opiniones y acciones. Esto conlleva también que sea objeto de los dimes y diretes de los demás, empeorando su reputación. Finalmente, asume que la consecuencia de todo lo que traga le supone una mala digestión que se puede concretar en un malestar que tendrá que aliviar con los medios que tenga.
Aunque el texto fue escrito durante el siglo XVII, refleja actitudes y conductas que se repiten en la sociedad actual. Este texto confirma que realmente se pone de manifiesto que “La gastronomía es una metáfora de la vida”. Es raro el día en que no aparecen, en los medios de comunicación y en las redes sociales, los casos de personas a las que se les podría aplicar este texto."
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